Introducción
Esta filosofía ministerial toma como plataforma Efesios 4:1-16, y pasajes
que han respaldado la misma a través de los años. Se tomará en cuenta lo
escrito por G. Chamorro y Bill Lawrence desarrollándolo en cinco puntos principales.
Visión de Efesios 4 para la Iglesia
Hay que comprender el concepto de Visión,
que Lawrence define como: “la
capacidad para crear una imagen completa de la situación, que inspire a la
gente para actuar”[1]. Y es en este sentido que en Efesios 4 la visión es básicamente tener una Iglesia unida.
Chamorro de manera teológica-exegética nos
expone en su escrito, la elaboración de una teología de la unidad, con sus respectivas
implicaciones.[2]
La unidad y el crecimiento de la Iglesia, según
Efesios 4:1-6, son originados por la
divinidad.[3] Siguiremos
el bosquejo de Chamorro, pero
modificado.
Exhortación a la unidad (4:1-3)
1.
Viviendo dignamente (v.4:1)
Tener una vida digna de la vocación con que
fuimos llamados es con lo que se comienza el capítulo. Este es un mandato
ineludible, es en el caminar por esta vida que practicamos las exhortaciones
que vendrán. La Iglesia debe ser consecuente en su estilo de vida, con lo que
Dios ha hecho a favor nuestro y también, con el conocimiento que tenemos de su
voluntad pacificadora para su creación
2.
Soportándonos mutuamente (v. 4:2)
La manera en que debemos vivir dignamente es “soportándoos”. Cuando intolerancia hacia los demás, es
fuerte, a pesar del pluralismo que existe en todo nivel, y que muchos abogan
por el respeto a los derechos y por la tolerancia misma, vemos que ni en la
Iglesia hay tolerancia. No existe ese “soportar” las diferencias de los demás,
sus fallas de carácter, sus estilos de vida.
Debe haber reciprocidad de tolerancia, con humildad, mansedumbre y
paciencia. La humildad no es sino, la
modestia de mente, refleja la percepción que cada persona tiene de sí misma; la
mansedumbre, como referencia a la persona, gentil, amable o conforme. La
paciencia, que etimológicamente es “tener un alma grande y generosa”[4].
Estas características han sido vistas mal por el mundo, pues considera que ser
así es debilidad de carácter.
3.
Procurando mantener
la unidad (v. 4:3)
La unidad en el Espíritu debía ser mantenida urgentemente, por la Iglesia.
Aunque es el mismo Espíritu quien da la
unidad, somos los creyentes los encargados de mantenerla. La afirmación que es
en el “vínculo de la paz” implica que esa unidad producida por el Espíritu es preservada por el instrumento
de la paz, ya que Cristo hizo posible una paz entre dos pueblos como afirma
Ef.2:14-16[5].
Cuando no hay unidad, no hay paz.
Elementos para la
Unidad (Ef.4:4-6)
Existe una división natural en base a tres[6],
que nos servirá de base para bosquejar esta parte.
1.
Primera tríada
(Ef.4:4)
a. Un CuerpoEl conocimiento de que somos un Solo cuerpo, que tiene a Cristo como cabeza nos debe llevar a guardar la Unidad. No hay judíos ni gentiles sino una sola familia celestial y terrenal, hechura del Espíritu Santo.b. Un EspírituReferencia al Espíritu Santo, que unifica en la esperanza. Es él, quien anima a la Iglesia para esta unidad.c. Una EsperanzaHace referencia al mismo destino de judíos y gentiles que creyeron en Jesús. Todos confían ahora en las promesas de ese futuro eterno que llegará.
2.
Segunda tríada (Ef.
4:5)
a. Un SeñorDos pueblos fueron atraídos a la fe en un mismo Señor. Un Señor autor y consumador de la fe.b. Una feEsa fe es la que ha unificado a dos pueblos alejados entre sí. Una fe en el contenido vital de creencias[7]c. Un bautismoEn referencia a la identificación con Jesús en su muerte y resurrección, mediante la fe, y expresado de manera pública, mediante el bautismo en agua, si así lo refiriera Ef.4:22-24 y 5:26.
3.
Un Dios y Padre (Ef.4:5)
Elemento unificador por
excelencia en ambos testamentos. Es
padre de todos, de ambos pueblos unidos en Cristo[8].
a. Un Dios sobre todos
Habla de su soberanía sobre ambos pueblos.
b. Un Dios por todos
Dios que trabaja por y a través de los creyentes.
c. Un Dios en todosQue mora de igual manera en cada creyente.
La unidad de la Iglesia está basada en la unidad del Dios
trino. Vemos en acción a Padre, Hijo y Espíritu Santo, brindándola a ese nuevo
pueblo que es la Iglesia. Debemos reconocer que la Iglesia ha pasado por alto
esto, aunque ha buscado la unidad, no ha
logrado palparla, ni lograrla, por el contrario la ha parcializado y
fraccionado. No hablamos de una misma
doctrina, jerarquía, práctica o método de manera universal, sino en torno a una
verdad verbal y encarnada[9].
Se evangeliza, pero se ha perdido el celo por la unidad y la cooperación, según
lo manifiesta Chamorro.[10]
La Iglesia de Cristo llevando a cabo la misión de Dios en el mundo
¿De qué manera la iglesia de Cristo lleva a cabo la
misión de Dios en el mundo? Surgen muchas respuestas, pero Efesios 4 nos da la
clave. Es la Iglesia unida y en el poder
del Espíritu Santo la que debe predicar a ese Jesús, no importa tanto los
métodos, sino la verdad predicada. Ella
es la encargada de llevar la esperanza a todas las naciones, para que crean que
vendrá un tiempo en que habrá una verdadera paz en Jesús. Pero mientras predica una fe en un solo Señor, para que llegue a todos los hombres y
mujeres, debe haber un modelaje de vida en humildad, mansedumbre y
paciencia. La Iglesia debe buscar estar
unida para que haya paz, tan ansiada por el ser humano, pueda ser experimentada
en los corazones que creen en Cristo.
Fundamentos bíblicos que sustentan la visión y el
quehacer de la iglesia
De manera general y no exhaustiva, se mencionan algunos
fundamentos bíblicos-teológicos, que debemos tomar en cuenta como Iglesia para
nuestra visión, quehacer y ética.
1. Fundamento Teológico
a. Dios es Creador y Soberano (Gén. 1)Dios es Creador y dueño de todo lo que existe. Dios es Soberano en el sentido de ser Rey que controla toda su creación y su desarrollo.b. Dios es Santo (Lev. 20; 21)La santidad divina presupone una moralidad excelente y trascendente. La creación humana hecha a imagen y semejanza divina, es llamada a relacionarse con Dios para poder disfrutar de valores, normas y hábitos morales de excelente bondad universal.c. Dios es Redentor\Liberador (Éxodo)Él salva a su pueblo del poder del pecado y sus consecuencias. La liberación divina (salvación) tenía que ver con el individuo integral. El que ha sido salvado por Cristo no debe verse involucrado en injusticias, opresiones, hábitos pecaminosos; por el contrario, debe dejar que la salvación se haga visible en este mundo.d. Dios es Fiel (Josué)Los creyentes deben mantener una vida firme con la convicción de que Dios no falla a sus promesas. Esa esperanza debe transformarnos diariamente, para ser luz y sal de este mundo tenebroso.e. Dios es Legislador (Éxodo; Deuteronomio)Dios es el Legislador por excelencia es amante de la justicia. La Iglesia debe aborrecer la injusticia y la opresión, amar y promover la justicia en todas partes ( Profetas Menores).
2. Fundamento Cristológico
a. Jesús, redentor sin pecado fue obediente, para morir por el pecado del mundo (2 Corintios 5.21, Hebreos 7.26,27).
b. Nuestro Señor-Salvador es la cabeza y el principio de todo, así como el autor de la vida (Hch 3:15; 1 Co 15:45, 47).c. Jesucristo, el hombre perfecto, reaparece para la humanidad. Él es la perfecta incorporación del carácter ético y por lo tanto el modelo a seguir (Efesios 4:13).
3. Fundamento Pneumatológico
a. El Espíritu testifica y guía a la Iglesia a la verdad (Juan 15:26)b. Supervisa poniendo al liderazgo. (Hechos 20:28).c. Enseña y recuerda lo que Jesús enseño en la tierra (Juan 14:26).d. Da unidad a la Iglesia (Efesios 4:1-6).e. Sella a los elegidos de la Iglesia (Ef.1:13)
4. Fundamento Eclesiológico
a. La Iglesia está formada por los creyentes de todas las naciones (Ap.1:20; Mt.16:18).
b. Es la encargada de predicar la salvación a toda criatura y testificar sobre la salvación bíblica (Mt. 28:19-20).c. Brinda la comunión entre sus miembros (Mat.12:5).d. Es el cuerpo de Cristo. (Col.1:24; 2:10).
5.
Fundamento
Soteriológico
a. El hombre es objeto de salvación (Gén. 3:21; Tito 3:5).b. Dios es sujeto salvador (Juan 3:16)c. El sacrificio de Jesucristo es salvífico (Efesios 2:1-10; 1 P. 3:18).d. La salvación beneficia al hombre personal y socialmente (Lc. 19:2-10; Hch 16:11-40).e. La salvación depende de "creer" y la condenación de "no creer" en Jesús resucitado y ascendido (Jn. 3:18)
6. Fundamento Escatológico
a. Habrá un gobierno caracterizado por justicia y paz impuesto por Jesús (Cf. Is. 55:17-25)b. La ecología será restaurada (Isaías 55).c. Se culminará la historia humana en la plenitud del reino mesiánico (Ap. 20:11).d. El hombre recibirá su pago según su "creer" o "no” en Jesús (cf. Jn. 3:17-18)
Valores en mi Filosofía ministerial
A través de los años de ministerio y vida cristiana, he
tratado de establecer una filosofía personal en base a valores bíblicos, en el
entendido que todo lo que hacemos es para El Señor (Col. 3:23).
1. Perdonar siempre (Mateo 18:21-23)
Jesús fue claro al decir que debemos perdonar una y otra vez a quien nos
ofende. Este pasaje y el Padre Nuestro
nos instan a perdonar para ser perdonados.
Jesús mismo perdonó a quienes lo estaban crucificando y a nosotros, por
amor y misericordia nos perdona cada día. Entonces, ¿por qué no perdonar a
nuestro prójimo?
2. Bendecir siempre (Mateo 5:44)
Lo normal es odiar a nuestros enemigos, maldecir a quienes nos maldicen,
menosprecian y ultrajan. Pero el verdadero evangelio es contracultura, es tener
actitudes y acciones diferentes, por amor y obediencia.
Esto nos ayuda a crear una cultura de paz y no de revancha, de amor y no
de odio, de palabras positivas en lugar de negativas. Cuando comenzamos a practicar estas cosas, se
volverán algo natural, y nos hará ser seres de paz o pacificadores. No debemos reproducir el círculo de violencia que impera en el mundo de
las tinieblas.
3. Hacer el bien siempre (Romanos 12:20-21)
Muchas veces ni queremos ver a quien nos ha dañado tanto, pero el mal en
este mundo puede ser combatido haciendo el bien. Una mala mirada, devolverla con una mirada de
amor, un desprecio con una sonrisa, una mala acción, con un acto de amor.
Una vez me preguntaron que por qué le hacía favores a alguien que me
había dañado tanto, y le conté la historia del maestro y el alacrán[11]. Cuando se ha conocido a Jesús de manera
personal, adquirimos una naturaleza diferente que pelea día a día con la carne,
si Dios está en mí, puedo y debo hacer el bien.
4. Hacer justicia, amar misericordia y ser humilde (Miqueas 6:8)[12]
Si tan solo hiciéramos esto, este mundo sería diferente. Dios nos pide: Hacer
justicia, no solo pedirla o demandarla a otros, sino practicarla; Amar
misericordia, poner mi corazón a la par de la miseria y la necesidad de otros;
y si Dios renueva su misericordia cada mañana para nosotros, ¿por qué no tener
esa empatía, esa compasión, esa misericordia con otros?; por último, Ser
humildes ante El, porque Dios mira de lejos al altivo[13],
y da gracia al humilde. Si nos
humillamos ante Dios, será fácil ser humilde ante los demás. Esto no es cuestión de ser pisoteados por
otros, sino de mantener un carácter que sea sencillo y que nada nos haga
envanecernos de nuestra condición.
5. Contar las maravillas de Dios (Salmo 73:28)
No importa como esté mi vida, si en bonanza o en escasez, con salud o
enfermedad, lo más importante, es contar a los demás, lo que Dios ha hecho en
mi vida. Año con año comparto todas las bendiciones recibidas a través de
escritos, de cantos, de partir incluso un pastel, cuento a los demás cuán
grande es nuestro Dios y sobre el amor de Jesús.
Para un mundo tan lleno de soberbia, maldad, falta de perdón,
revanchista, vengativo, desagradecido etc. el ser como estos textos describen,
implica que se es débil de carácter. ¿Qué
es más fácil, hacer estas cosas o lo contrario? Creo que es más fácil para
nosotros, los humanos, reaccionar y accionar conforme a nuestra naturaleza
mundana, pero haciendo lo que dice estos cinco textos, nos lleva a ejercitar
dominio propio, tener carácter fuerte que sabe limitarse, para no dañar a
nadie, para buscar la paz y la armonía.
Haciendo esto, decimos un NO rotundo a la violencia, construimos una
cultura de paz, modelando esos valores del Reino de Dios. El mundo necesita ver
en nosotros todo aquello que Jesús ofrece y traerá.
Filtros
bíblico-teológicos para evaluar mis estrategias
Los filtros bíblico-teológicos que he considerado cuando he tomado decisiones
de vida y ministerio y para evaluar mi accionar en las áreas en que me he
desenvuelto son:
a. El carácter Santo de Dios que nos manda a ser como Él (I Pedro 1:15-16).b. La Persona y obra de Jesús, considerando qué haría él en mi lugar y quien fortalece para hacer todo lo que uno se propone. (Filipenses 4:13).c. El Espíritu Santo, que guía hacia la verdad, no solo de creencias sino en las acciones (Juan 16:13).d. La oración por sabiduría para saber actuar y hablar (Col.1:9).e. Su Palabra que me sustenta y guía mi caminar (II Tim.3:16).f. El amor por el mundo que necesita conocer a Jesús, y por el cual murió. (Juan 3:16).g. El consejo de personas creyentes (Proverbios 11:14) y no tomar tanto en cuenta, consejos de no creyentes (Salmo 1).
Bibliografía
Bill
Lawrence. “Pastorado Efectivo” Obrero
Fiel (2010); Capítulo 11, p. 157-75.
G.Chamorro.
“Hacia una Teología de La Unidad en
Efesios 4:1-6” Cuadernos de Teología, Vol. XXX, 2011, p. 157-172
Herrera
Rebollo de Gálvez, Alicia, “Tesis: Un
Acercamiento teológico-exegético al tema de la santidad en la Primera Carta de Pedro”, SETECA, Guatemala, 1999.
[1]Bill Lawrence. “Pastorado Efectivo” Obrero
Fiel (2010); Capítulo 11, p. 159.
[2] G.Chamorro. “Hacia una Teología de La Unidad
en Efesios 4:1-6” Cuadernos de Teología, Vol. XXX, 2011, p. 157-172
[3]Ibid. Pág.159
[5] Ibid. Pág. 166
[7]Ibid. Pág. 169
[11]
http://desdeelsalvadoralmundo.blogspot.com/2014/03/el-maestro-y-el-alacran.html
[12] Este texto es uno de los que son estandarte en
mi vida, de hecho, en él basé mi discurso político, cuando fui candidata a
alcaldesa en el año 2012.
[13] Es interesante ver que el pecado de Satanás no
fue la desobediencia, sino el orgullo.
Satanás miró cara a cara a Dios pero de una forma altanera, de manera
que quien se enaltece es como si se quisiera poner de tú a tú con Dios, sin
reconocer su majestad y su soberanía.
Herrera Rebollo de Gálvez, Alicia, “Tesis: Un Acercamiento
teológico-exegético al tema de la santidad en la Primera Carta de Pedro”, SETECA, Guatemala, 1999.
Pág.
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