Hoy en la mañana, mientras daba mi clase de
Ética...y precisamente analizando como está el mundo en cuanto a vacíos morales
y falto de valores. La directora de la Escuela de Postgrado entró al
aula a dar un anuncio y también dijo que habían asesinado a Cabral en
Guatemala. Mi primera reacción fue escribir por mi celular un mensaje a FB para
que alguien me corroborara la noticia. Y fueron muchos mensajes que cayeron
casi de inmediato.
Sinceramente no me he atrevido a leer las noticias de la muerte de Facundo Cabral... solo se que ametrallaron el carro donde iba con otras personas, y que él murió de inmediato.
Vinieron tantos pensamientos a mi mente...
entre ellos, la muerte de mi padre, quien fue acribillado en el 79, y las
razones de porque matarían a Cabral. ¿Delincuencia? los narcotraficantes? quienes? y
por qué?
Un hombre de 74 años, que se dedicó a cantar y a escribir, sendas composiciones que eran acompañadas por una guitarra u otros instrumentos. Sus letras nos hacían reflexionar sobre cosas tan obvias pero que no las pensábamos hasta que las oíamos en sus canciones. No conozco todo su repertorio que en tantos años escribió y cantó, solo o con amigos como Alberto Cortez, pero las pocas que oí, me conmovían, me inspiraban, me enamoraban, me hacían pensar en la realidad que vivimos.
Que triste que su vida haya acabado así... pero al mismo tiempo que privilegio, pues será por siempre recordado, por sus canciones y por su muerte violenta e injusta. No cabe duda de que la gente que aporta mucho a la sociedad, de una u otra forma, tienen muertes trágicas. Siempre me dijeron que los que mueren así son personas especiales... no lo sé, pero al menos puedo ver que él y mi padre, fueron seres especiales y que hicieron lo suyo para aportar a nuestro entorno.
Sus composiciones como No soy de aquí ni soy de allá, el famoso "no estas deprimido, solo distraído", Me gusta la gente simple, y otras tantas, me hicieron ver la realidad de mi mundo, de mi interior, de los demás, del ser humano.
¡Esta noticia nos ha conmocionado! nos ha dejado perplejos. En nuestro país El Salvador, envuelto en una situación política que nos ha tenido confundidos a muchos, viene hoy esta noticia, y nos hace sentirnos más decepcionados. Al menos yo, aun luchando contra este postmodernismo, que se caracteriza por la decepción, el nihilismo, el no creer en nadie ni nada. Me siento así: como una mujer postmoderna. Y me duele, porque siempre ando en busca de la esperanza, de creer en los demás, de tener una mente positiva, y pensar que habrá algo más.
Su muerte no es la única, pero si
representativa.... y como dice mi amigo Juan José Martel... hay muchos
"facundos anónimos" que están corriendo por el mismo destino en toda
América Latina, y yo diría en todo el mundo.
¿Qué vamos hacer?, ¿Qué podemos hacer para que esto acabe?
Como cristiana digo tajantemente: DEBEMOS
ORAR, pero también como cristiana puedo decir: DENUNCIEMOS LA VIOLENCIA Y LA
INJUSTICIA. Empecemos a ser agentes verdaderos del Reino de Dios,
modelemos los valores de ese Reino donde no habrá maldad, ni violencia, ni
llanto, ni injusticia. Mateo 5-7, el famoso Sermón del Monte no es solo
para ese reino que ha de venir, es para que lo vivamos aquí.
La Biblia no es un adorno ni un libro
meramente histórico... es lo que Dios nos ha dejado para que actuemos... Hoy más
que nunca necesitamos Nehemías, Daniel, Déboras, Juan El Bautista, etc.
que nos levantemos y nos pronunciemos contra todo este sistema mundano que nos
tiene hundidos.
No podemos seguir como los avestruces, con la cabeza enterrada. Es tiempo ya de ver a nuestro alrededor y que alcemos la voz, en primer lugar hacia nuestro Dios, para clamarle, pero también hacia los gobernantes, líderes y a la gente común y sencilla... para que hagamos algo juntos y tratemos que este mundo sea un poco mejor.
No basta echarles la culpa a los gobiernos
o a los ricos, porque todos tenemos culpa de como tenemos a esta sociedad, que
día a día se destruye más y más.
¿Qué voy hacer yo? sigo con mi campaña de cambiar el odio por amor.... de perdonar en vez de guardar rencor. Es lo que Dios quiere de todos. Si yo lo viví y lo experimenté... ¡Dios lo puede hacer en ti!
Nos quitaron a Cabral mas sus canciones
seguirán...
Que nos sirvan para seguir reflexionando en
lo que él quería para este mundo. Y que Dios nos ayude a contribuir desde
nuestras trincheras a dar un poco de amor a este mundo que agoniza.
Alicia Herrera Rebollo
9 de julio de 2011
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