Mientras viajaba en el bus de camino a casa recordé que hace 5 años,
escribí algo que surgió de mi corazón, un escrito que titulé "Mi
corazón llora". (Comparto el audio de ese poema
Lo escribí en los días próximos a la elección presidencial del 2009.
Me sentía triste y preocupada por mi país, al ver tanta división y
ataques de unos contra otros. La derecha y la izquierda siempre
atacándose. Por eso digo: ¡Hoy como ayer, mi corazón llora!
Hoy
me siento igualmente triste y preocupada, pero también decepcionada,
porque creí ilusamente que pronto nuestro país, dejaría de ser un campo
de batalla. Me equivoqué, esto se esta convirtiendo en algo peor que
una guerra. Todo el mundo está sacándose los trapos al sol. Si vos
hiciste, si dijiste, si no hiciste, si no dijiste, que te invento
historias, que te demando, recordando eventos dolorosos del pasado, etc.
Realmente está siendo difícil vivir en El Salvador.
¡En estos días he oído y visto de todo!
Escuché
un spot radial en el que decían: vístete de rojo pero vota por el
tricolor, discursos vacíos, con mentiras, sin un contenido que valga la
pena y con repeticiones vanas, etc.
He visto rótulos de una
campaña con malas palabras escritas con simbología, acusaciones,
demandas para que se firmen Declaraciones Juradas, y hasta un llamado a
la Fuerza Armada para que hagan algo y no dejen que de nuevo gane el
FMLN (Esto último me alarmó en gran manera, no porque se pueda dar, sino
porque veo que hay gente que aún vive en la Guerra Fría de los años
pasados, porque veo que hay gente que quiere guerra, golpes de estado,
con el pretexto de parar el comunismo, y defender la democracia.) He
visto imágenes denigrantes de unos y otros contra sus adversarios, he
leído el escrito de la Sra. de Rodríguez P., he visto la utilización del
nombre de mi papá para fines electoreros por gente ajena a mi familia,
he visto con tristeza como hasta algunas Iglesias Evangélicas se han
dividido por dar apoyo a uno y otro candidato, diciendo que uno es de
Dios y el otro es del diablo, y muchas cosas más.
Surgen muchas preguntas en mi cabeza, realmente soy muy preguntona, inquisitiva, y puedo cansar, quizás. Pero me pregunto:
- ¿Seguirá El Salvador viviendo este ambiente de guerra verbal?
- ¿Seguirán los salvadoreños viendo la paja ajena y no la propia?
- ¿Quieren los salvadoreños y salvadoreñas otra guerra, o vivir un golpe de estado?
- ¿Queremos realmente vivir en paz?
- ¿Seguiremos siendo un país en donde no se tolera las opiniones diferentes?
- ¿Es que creemos que hay personas superiores a otras?
- ¿Es que aún creemos que hay pecados grandes y pequeños y que podemos juzgar los grandes pero no los pequeños?
- ¿Acaso creemos que en la guerra que nos marcó la vida, unos fueron los buenos y los otros los malos?
- ¿Creemos que estamos en lo correcto cuando hacemos llamados a seguir peleando?
- ¿Creemos realmente que nuestro país merece que se promuevan contravalores en lugar de valores?
- ¿Dónde están los verdaderos cristianos, la verdadera Iglesia de Cristo?
- ¿Viviremos los salvadoreños y las salvadoreñas sacando una y otra vez lo que pasó en el PASADO?
- ¿Creemos
que por mencionar a Dios, somos creyentes de El?. ¿Acaso no son muchos
los que dicen que creen en El pero viven como si no creyeran?
- ¿Aprenderemos algún día a no descalificar a otros para hacer ver que yo soy mejor?
Estas
y otras preguntas me surgen, y confieso que no tengo respuestas. Tal
vez intentaría responderme cada pregunta y cada una de ellas quizás me
serviría para escribir mi opinión. Mas se que me quedaría corta y sin
palabras para querer contestarme.
Pero en lo íntimo de mi ser, de mi conciencia, de mi corazón, de mi mente, me digo:
BASTA YA, ESTAMOS DESTRUYÉNDONOS COMO NACIÓN.
NO
BUSCO RESPUESTAS, solo quiero hacerme un llamado, si, a mi misma, para
no contribuir más a que mi país, sea un campo de batalla. Quizás
después encuentre respuestas a mis preguntas, pero hoy no, solo quiero
GRITAR POR LA PAZ.
Quiero que en mi nación, haya sosiego, que calmemos nuestras ansias de revancha, de venganza.
Yo
solo quiero que mi tierra amada pueda seguir caminando en justicia y
equidad social, que no seamos egoístas con los que necesitan más que
nosotros.
YO solo quiero que demos a otros una segunda oportunidad, así como Dios nos la da cada día.
Solo quiero elevar mi lamento, para que realmente podamos vivir en Democracia.
Yo
solo quiero que podamos aprender a respetar las ideas de los demás, que
podamos ver lo bueno de unos y otros, y que lo malo se vaya disipando.
Solo quiero ver a mi nación en paz.....
Pero se que esta no vendrá si cada uno de nosotros, los salvadoreños y las salvadoreñas no encontramos paz en Dios.
Se
que la solución no es irme del país, como venía pensando en el bus,
sino ser valiente y quedarme para construir una sociedad más justa y más
humana, como decía mi papá. Recuerdo sus palabras una y otra vez en mi
vida:
"El amor a Dios, el amor a la patria y el
respeto a las ideas de los hombres (humanidad) es el único camino para
construir una sociedad más justa y más humana".
Esto
es lo único que quiero hacer, ser fiel a esa consigna del político y
hombre salvadoreño, a quien más admiro y deseo imitar. Me falta mucho,
pero lo seguiré intentando.
Deseo que mi amor a Dios me
haga compartir Su amor a otros, vivir su Palabra Santa, y compartir que
solo en El hay solución, salvación eterna y paz.
Anhelo
que mi amor a la patria, me haga trabajar para fomentar valores, para
compartir con otros una sonrisa, una palabra, una enseñanza de vida, de
valores, con mi trabajo diario, siendo honesta como empleada pública,
como militante de un partido, siendo solidaria con los que me rodean,
siendo una buena ciudadana, etc.
Quiero que ese respeto a
las ideas de los demás, me haga ser tolerante, comprensiva, empatica,
compasiva, con todos sean o no de mi misma religión, ideología política,
etc.
Con todo eso, sé que puedo ayudar a construir esa sociedad que mi padre anhelaba, más justa, más humana.
Al
terminar de escribir esto, me recordé que en las clases de Ética que
imparto, les pido a los doctores y profesionales estudiantes que lean
Mateo 5:1-12 y busquen valores y los apliquen a su campo de trabajo.
Hacen unos trabajos formidables. Al final, les digo: miren esto no es
religiosidad, son valores, son vida... practiquémoslos todos.
Por
lo que les comparto este pasaje y les dejo la tarea de buscar esos
valores y practicarlos, para hacernos un poquito más humanos y construir
un MEJOR EL SALVADOR.
Mateo 5 :1-12
El Sermón del monte: Las bienaventuranzas
Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.
Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos
y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así
persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Hoy
como ayer mi corazón llora, pero sé que puedo seguir teniendo paz y
esperanza porque mi Dios es más grande que todo esto y con El a mi lado
no solo soy vencedora, sino que somos mayoría. ¡Dios está en control!
Gracias por tomarse el tiempo de leerme y opinar.
Alicia Herrera Rebollo
5 de marzo de 2014