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jueves, 13 de marzo de 2014

Consejos bíblicos en tiempos de violencia: ¿Cómo tener paz en nuestras relaciones?

En una reunión con agentes de la PNC, estos nos manifestaban que dentro de la residencial en la que vivo se dan muchos casos de violencia intrafamiliar.
Claro, esto no es sorpresa para nadie, pues la violencia y la ausencia de paz es el pan de cada día de nuestro mundo y de El Salvador.
¿Qué podemos hacer? como evitar esto? Repetidas veces hemos dicho: "seamos constructores de la pazl". Que lindo sería que todos fueramos constructores de la paz. Pero esto no es nada nuevo, revisando La Biblia, encuentro que los autores bíblicos ya lo decían: "Busca la paz y síguela".

Quiero compartir con ustedes algunos principios bíblicos que pueden ser aplicados a todos los ámbitos del ser humano.


I Pedro 4:8-12 dice:
8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; 9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. 10 Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; 11 Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. 12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.

En la Primera Carta de Pedro, el autor está interesado en que los cristianos mantengan buenas relaciones entre ellos mismos y con otros. En los versículos 8 al 12 del capítulo 3, les ánima a que busquen la paz, construyendo sus relaciones con cualidades específicas.

1. Teniendo un mismo sentir. 
Todos deben ser de un "mismo sentir", (omofrones). Este vocablo sugiere que los cristianos deben tener un mismo pensamiento y sentimiento. Es decir, debe haber unidad. Deben caminar juntos con el mismo sentir de Jesús que vive en sus corazones.

2. Siendo compasivos con los demás.
Además deben ser "padecer" y de (sumpatheo) "compadecerse de". La idea es que deben compartir los mismos sentimientos. Involucra el compartir los sufrimientos de otros como propios y compadecerse de los que están sufriendo.

3. Teniendo amor fraternal.
El (filadelfoi) "amor fraternal" ha de estar presente en la vida de los creyentes. Es que el amor entre hermanos caracteriza a los que buscan la paz. Este tipo de amor conlleva la amistad, el afecto, el cariño entre amigos o parientes.

4. Siendo misericordioso.
El ser "misericordioso" es vital en las relaciones interpersonales. El término usado, (eusplagxnoi) significa "bien dispuesto, caritativo". El cristiano estará dispuesto a ser caritativo cuando vea la necesidad ajena. Lleva la idea de que esa solidaridad salga de sus entrañas, de su corazón. Su servicio a otros debe tener como fuente el corazón, para aliviar las necesidades. .

5. Siendo humildes.
En sus relaciones el ser humilde es vital para el creyente. El término usado, (tapeinofrones) es del tipo de palabras que en el Nuevo Testamento expresan la idea de subordinarse voluntariamente a una persona o al poder de otro. Sin embargo, esta subordinación podría ser forzada. No sólo implica algo externo, sino también una actitud del espíritu interno. Es decir, que no debe ser una humildad aparente o falsa sino real.

6. No siendo vengativos, sino bendiciendo a otros.
El cristiano tampoco ha de ser vengativo con sus enemigos, "devolviendo mal por mal" o "maldición por maldición". Por el contrario, dice el texto que debe "bendecir", . (eulogountes). Este vocablo viene de , (eulogeo) cuyo paralelo en el Antiguo Testamento es barak.
Ambos tienen el sentido de “declarar bendito” .
a. Esto conlleva el hablar bien de otros, mostrarles bondad y pedir al Señor que los bendiga.
b. También se revela una bendición salvadora. No es la presente, sino la salvación futura. Lo que se deduce por el uso de la siguiente expresión "fuisteis llamados para bendición heredar".
c. Sin embargo, el concepto de herencia habla también de la salvación presente. Deben bendecir a otros. Esto implica el compartir las buenas nuevas con otros, para que también ellos sean herederos de la bendición, y compartir aun las bendiciones materiales. El cristiano, pues, está llamado a hacer el bien a sus enemigos, puesto que recibirán una bendición futura.

 7. Refrenando la lengua.
Para buscar la paz con otros, el creyente debe refrenar su lengua. No debe hablar mal ni engañar a su prójimo. Existe relación con bendecir, en el sentido de hablar bien de otros. En vez de proferir palabras ofensivas en contra de sus enemigos el creyente ha de controlar su lengua. La reacción natural del hombre es hablar mal, ofender o engañar all que le hace daño. Por el contrario, Pedro pide que se aparten del mal y hagan el bien.

8. Buscando la paz y siguiéndola 
 Asimismo, les exhorta a que busquen la paz y la sigan. Todo lo anterior hará que el cristiano tenga paz consigo mismo, y con los demás, aun con sus enemigos. Pedro aclara que al encontrar la "paz" deben "seguirla" (literalmente, "perseguirla").

La Paz en el AT
El concepto de eirenen: “paz” tiene su raíz de origen en el término shalom del Antiguo Testamento. En él tenía varios significados, los cuales se exponen a continuación:
a. Bienestar en el sentido más amplio de la palabra (Jue. 19.20),
b. La dicha (Sal. 73.3), aun en relación con los impíos,
c. Salud corporal (Is. 57.18; Sal. 38.4),
d. La tranquilidad (Gn. 26.29 al irse; Sal. 4.9 al acostarse; Gn. 15.15 y otros, al morir),
e. El entendimiento pacífico entre los pueblos y los hombres (1 Re. 5.26; Jue. 4.17; 1 Cr. 12.17,18),
f. La salvación (Is. 45.7; Jer. 29.11), entendida como una realidad estable (Jer. 14.13).

Todos estos conceptos estaban vigentes en el judaísmo tardío, pero se extiende al referirse también a la relación Dios-hombre y a las relaciones inter-humanas.

La Paz en el NT
En el Nuevo Testamento se mantienen estos significados de "paz". El hombre, al ser salvo, entra en una relación de paz con Dios y por lo consiguiente estará en paz con los demás. El buscar la paz en todas sus acepciones hará que las oraciones de los hijos de Dios lleguen a Él sin estorbos, siendo escuchadas y contestadas por el Señor.

Conclusión 
Dios nos exhorta en Su Palabra a que busquemos tener relaciones interpersonales llenas de paz. Si estas están bañadas con estas características, habrá paz en ellas.

Aplicaciones
1. Si tenemos la mente de Cristo y estamos unidos en su Nombre, busquemos tener un mismo sentir, no al estilo de robots que piensan y actúan igual, sino en la unidad de criterio para hacer la obra de Dios tal como Él quiere.
2. Debemos tener un corazón que se compadece y comparte el sufrimiento de los demás. No pasemos desapercibidos ante el dolor ajeno, sobre todo ante el dolor de los hermanos en Cristo.
3. El amor fraternal debe ser real en nuestras vidas. Preguntémosnos a nosotros mismos ¿Amo sinceramente al que está a mi lado?
4. Que la compasión no se quede allí solamente, sino que actúe en nosotros la misericordia y ayudemos en lo que podamos a los que nos necesitan. No es solamente decir, “pobrecito, voy a orar por él”, sino también “hermano (a) aquí estoy para ayudarte en lo que necesites”. Debe haber acción.
5. ¿Nos creemos más que otros? Recordemos que debemos ser humildes y no considerarnos como superiores a los demás.
6. No seamos vengativos con los que nos hacen mal, aunque no sean cristianos, debemos bendecirles, para que un día ellos acepten a Cristo.
7. Busquemos la paz y sigámosla.
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E. Beyreuther, G. Finkenrath, "semejante", y J. Goetzmann, "sentir", Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, Vol.IV, 
Lothar Coenen, E.Beqreuther, H.Bietenhar, (1994), págs. 190-201.
 Stengenga, Tuggy, Concordancia Analítica Greco-Española del Nuevo Testamento Greco-Español, pág. 619. 
 The Greek New Testament, edit. por K. Aland , Diccionario conciso griego-español, (1978). Pág. 169. 
W. G&uumlnther, H. Link, "amor", Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, I, 
Lothar Coenen, E.Beqreuther, H.Bietenhar, (1990), pág. 110. 
H. H. Esser, "misericordia", Diccionario Teológico del N.T. Vol. III, (1993), pág.s. 103-105. 
W. Bauder, "humildad",Diccionario Teológico del N.T., Vol.II, (1990), págs. 314-315 
William J. Cameron, "bendecir, bendiciendo,bendición", Diccionario de Teología, edit. por Everett Harrison, trad. por H.Casanova y G.Serrano, (1993), págs. 87-88. 
Orth, Stanford,  "Notas de Exegesis de 1 Pedro.", SETECA, Guatemala, pág. 40


Alicia Herrera Rebollo
Estudio 20. Dando testimonio de una buena conducta III, del folleto de Estudios Bíblicos "Sed Santos ...porque Yo soy santo" (Estudios Bíblicos sobre el tema de la santidad en la Primera Carta de Pedro"

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