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lunes, 5 de septiembre de 2016

Sobre la violencia en este mundo...

Sobre la violencia en este mundo...

En los últimos días, hemos sido testigos de acontecimientos en los que la VIOLENCIA es la protagonista. En Orlando, Florida, el ataque a un bar en el cual murieron 50 personas y otro tanto resultaron heridos. En nuestro país, en diferentes municipios, ya no es extraño ver el asesinato de “buenos” y “malos”; en el Blvd. Sta. Elena., según denunciaron en la YSUCA y jóvenes, que quizás como un juego “tonto”, hicieron alarde de violencia, cuando desde sus carros polarizados y lujosos, tiraron huevos a trabajadores y peatones que iban por el mismo, provocando golpes fuertes, debido a la fuerza con que los tiraron. Leí también, que son pocos los países, 11 para ser exactos, los que no tienen conflictos armados. El mundo está lleno de violencia... y que nuestro país esté entre los más violentos de ese mundo... ¡Es realmente triste!




Pero la violencia no solo se ve en estas acciones que llegan al extremo, también la vemos aún en la forma de comunicarnos diariamente. A veces, ni nos damos cuenta, ya que la percibimos como “normal”, como cuando gritamos, ignoramos, criticamos, cuando queremos imponer nuestro criterio a la fuerza, etiquetamos, aún cuando so pretexto de defender nuestros derechos, salimos con “patada al pecho” a despotricar a los adversarios, nos volvemos como chacales, con una agresividad increíble, entre otras acciones y actitudes. Veo la violencia, en la injusticia de tener a unos con sueldos miserables, mientras los que son dueños de todo, viven a costa del sacrificio de muchos.... veo la violencia en el egoísmo humano de acaparar alimento, para que no sea barato, y dejar a muchos con el hambre hasta la muerte...La violencia también se observa en el famoso “bulling” que tanto destruye la vida de niños, adolescentes, mujeres, en fin de todos los que la viven; o la violencia que vemos en las redes sociales, cuando nos burlamos de la imprudencia o metidas de pata de alguien con los famosos “memes”, y más aún cuando hay burla y escarnio al ver lo malo que le pasa a los contrarios o a los que se consideran adversarios/enemigos. Además están los tan incrustados tipos de violencia, que describe la Ley Especial para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres: psicológica, física, económica-patrimonial, sexual, simbólica, en las diversas modalidades como la violencia familiar, laboral, mediática, entre otras, que no son percibidas por la mayoría como tal, y se van dejando pasar en aras de “llevar las cosas al suave”. Y es que tristemente es de reconocer que política y económicamente, este estado de violencia le conviene a muchos, al narcotraficante, al vendedor y fabricante de armas, a los gobiernos, a los que quieren seguir con el modelo patriarcal de vida, y otros, que ud. pueda pensar. Les conviene, porque solo buscan la destrucción y su beneficio, sin pensar que ellos mismos serán un día destruidos.
Realmente son innumerables las formas de violencia que se pueden ver en cualquier ámbito. Esta no respeta posiciónes políticas, económicas y sociales, ni credos, ni religiones, ni culturas. Veo en todo el mundo una violencia generalizada, y es que esta sale desde adentro del ser humano, y no puedo dejar de pensar en los pasajes bíblicos en los que se habla de la violencia... como por ejemplo:
Y la tierra se había corrompido delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Génesis 6:11
Sinceramente, al ver tanta violencia no puedo dejar pasar el tema. Me duele tanto ver como poco a poco el ser humano se destruye internamente y destruye a los demás, porque pienso en que lo que hay en el corazón, y creo que lo que hay no solo es intolerancia a las diferencias, sino un desmesurado odio, rencor e iniquidad, y esto es lo que repartirá por doquier, manifestado en actos y actitudes violentas. Por eso he dicho: El problema de este mundo es que ODIA... y también afirmo que el que usa la violencia es porque quiere sentirse superior.
Duele ver el mundo convulsionado por tanta violencia generada por ese odio, a mí me duele, no sé si a usted le duele. Estamos tan inmersos en una cultura violenta y realmente no veo indicios de que la quieran cambiar. La mancillada palabra “Paz”, solo la usan como caballito de batalla, pero realmente no la quieren ni la buscan. Se ven pleitos por doquier y por cualquier cosa, hasta por los colores, forma de ver la vida, y hay quienes matan hasta por un parqueo o un asiento en el bus. En fin, por cualquier diferencia de credo, cultura, ideología, posición económica y social, etc. Y los mismos que dicen paz, son los que provocan la violencia. Cuanta incongruencia ¡Señor! cuanta incongruencia.
 
Los que me conocen, saben que desde mi niñez y parte de mi juventud, me volví, en aras de defenderme, en alguien violenta, insultaba a quien pretendía hacerme bulling, era muy sarcástica,y sin llegar a golpes, me le ponía al brinco a cualquiera que me quisiera “fregar”, y sé que esto provocaba en mí, mucha infelicidad, y sumado a estas cosas, al analizar mi vida, veo que desde niña hubo violencia, generada por la misma situación política del país, desde ametrallamientos a mi casa, el exilio, la guerra, el asesinato de mi padre, y más, en mi corazón había rencor resagado, odio, deseos de venganza, y otros pensamientos y sentimientos que no me dejaban ser la persona que Dios quería que fuera, hasta que Dios con su amor me encontró e inició un proceso de sanidad en mi corazón, hasta llevarme a nuevas maneras de vida y de comunicación.
Yo sé por experiencia, que sí se puede cambiar, si cambiamos lo que hay en el corazón, el odio por amor, la guerra por paz, palabras ásperas por palabras que edifican, etc. No es una tarea sencilla ni fácil, pues requiere desaprender lo que la cultura nos hace vivir, y reaprender nuevas maneras de comunicación, buscando la paz y siguiéndola. Requiere fuerza de voluntad, dominio propio, y amor, entre otras cosas. No es fácil, pero nada cuesta salir del yo y ser empático con el prójimo, o misericordioso, como Dios lo ha sido con todos, creyentes o no creyentes en Él. Nada cuesta, ver las cualidades auténticas de los demás, en vez de solo lo malo, nada cuesta amar en lugar de odiar, para cambiar a este mundo, debo primero, cambiar yo. Con la ayuda del Gran Diseñador del ser humano, y con las herramientas que podemos encontrar en el camino, podemos hacer de la No violencia y los valores del Reino de Dios, - humildad, justicia, ser sensibles al dolor humano, misericordia, pureza de corazón, ser pacificador, etc. - que se encuentran en Mateo 5-7, un estilo de vida.
 
Es mi deseo y oración por este convulsionado mundo, que un día, cada uno de los que me leen y yo misma, podamos vivir una vida no violenta, que juntos digamos ¡Basta de violencia! pero sin Violencia, entendiendo que hay otras formas de decir las cosas, de pedir lo que necesitamos, de luchar por nuestros derechos, de vivir en armonía verdadera. Como dijo alguien en el pasado: “La Violencia engrendra violencia”. Si buscamos liberarnos de la violencia que ejercen contra nosotros, usando la violencia, caemos en lo mismo... De eso sí me cansé... por eso voy en búsqueda de una vida en paz y que refleje esa paz que he encontrado en el Jesús histórico y de la fe, y no en una religión, y si yo lo voy logrando, porque tengo paz en mi corazón y aprendo cada día a no ser violenta, sé que otros podrán.
 
Bueno, estos son algunas de las cosas que transitan en mi mente y corazón... y no pretendo ser exhaustiva ni dar una solución, simplemente, reflexionar. 
 
13 de junio de 2016

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