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martes, 18 de agosto de 2015

LA JUSTICIA DE DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTOY LA DENUNCIA PROFÉTICA



Introducción
Hoy más que nunca es importante este tema, desde la perspectiva de los dos autores consultados, también desde una sociedad que pide a gritos: ¡JUSTICIA!, en todos los ámbitos.  Para desarrollarlo, se responderán seis preguntas, que serán los mismos los subtítulos.

¿Por qué para Dios es más importante la justicia social que la piedad cultica y la liturgia?

El pueblo de Israel creía estar agradando a Dios con sus cultos y su liturgia. En los pasajes estudiados por Williams no se ha negado la importancia de estos, pero mencionan que hasta dan asco, por la hipocresía. No son altares y ritos no permitidos, sino los mandatados, sin embargo, dejaron a un lado ciertas prácticas individuales y sociales que la misma ley les requería.


En Amós, lo malo no eran los ritos, sino la injusticia social manifestada en la falta de rectitud del gobierno, la vida de lujo de los gobernantes, el cobro de impuestos excesivos a los pobres, y los sobornos en los tribunales. La manera de hacer culto a Dios es practicando y amando la justicia social, más que una mera liturgia a Dios.

En Isaías 1:10-17 se había extendido la injusticia de manera que la violencia llegaba al asesinato, en este entorno se hace un llamado a defender los derechos de los desprotegidos,como las viudas y huérfanos, sin dejar a un lado el bienestar de los demás. Dios rechaza
la adoración por la injusticia imperante. Su culto era ofrecido en el lugar adecuado, con aparente sinceridad, que no es cuestionada, no se les pedía algo más espiritual, ni les critica, pero les rechaza su culto por la injusticia social.

Miqueas 6:6-8 analiza los sacrificios que se ofrecen a Dios, llegando a la conclusión, que Dios solo pide una cosa del hombre y de la mujer: hacer justicia, practicarla en la vida diaria, y en la vida social; amar misericordia, es decir, por amor debemos poner nuestro corazón a la par de la necesidad de los demás; y el ser humilde ante Dios o temerle confiando en Dios para una correcta justicia.

Isaías 58:1-14, en contraposición del ayuno se pide que desaten las ligaduras de impiedad,suelten las cargas de opresión, dejen ir libres a los quebrantados, y que rompan todo yugo; también, que partan el pan con los hambrientos, que alberguen a los errantes, que den ropa
al desnudo, y no se aparten de sus hermanos.

En Mateo 23:23-24, Jesús hace un señalamiento contra los diezmos de los fariseos. Ellos deberían practicar la justicia, la misericordia y la fe o fidelidad.

Se ve en los pasajes, valores que Dios pedía de su pueblo. La justicia como la más exaltada entre estas, era más importante practicarla porque Dios es justo, misericordioso y fiel. Lo menos que pedía y aún pide, es que sus hijos e hijas, sean justos, misericordiosos y fieles. Él no quiere religiosidad sin vivencia, sin una práctica cotidiana de verdadera justicia, ni desea una liturgia que no invite al cambio de actitud.

¿Debemos reexaminar nuestras prioridades sobre lo que le agrada a Dios a la luz de lo que la Biblia enseña al respecto?

Concuerdo con el Dr. Williams en que cada día debemos como Iglesia, reexaminar, y replantear nuestras prioridades, tomando en cuenta la Biblia, en torno a la justicia social y otras prácticas.

Considero acertada su afirmación:
“Una razón de por qué no tratamos más el tema de la justicia social en la Iglesia es que cada quien tiende a definir lo justo y lo injusto desde su visión política y económica particular, sea de la derecha, de la izquierda o del centro”.(1)

Desde hace varios años, y sobre todo desde el 2008 que incursioné en política en mi país, hablo de esto. No debemos pedir justicia de acuerdo a nuestras concepciones políticopartidario, pues lo que es justo para unos, no lo es para otros. Para el creyente ¿qué debería ser lo justo? La respuesta es: lo que dice la Biblia y lo que ella establece como injusto, es lo que debe ser injusto para nosotros. La Palabra de Dios plantea claramente lo que espera. Como creyentes debemos ir una y otra vez, para redescubrirla y examinar nuestra conducta diaria, personal y social.

¿Cuál es la prioridad hoy en las iglesias, la devoción privada y la liturgia o la justicia y ética social que tiene que ver con nuestro actuar con el prójimo?

Con sinceridad debo reconocer al igual que Williams, que como Israel, también la Iglesia ha promovido más la adoración, el diezmo y el ascetismo, haciendo caso omiso de la responsabilidad social (2).

En las Iglesias de El Salvador, y en lo que se conoce mundialmente a través de los TIC´S (3) hay un énfasis en la devoción privada y la liturgia. Veo un enconchamiento(4) en los creyentes, encerrándose en cuatro paredes, y una actitud de avestruz, que hace evadir problemas sociales por no meterse en “cosas políticas”.

Algunas iglesias enfatizan más justicia y ética social que la devoción privada y litúrgica. El  énfasis no es malo, pero más que seguir fundamentos políticos y económicos, deberían considerar los planteamientos bíblicos.

Es pertinente señalar que un equilibrio en la Iglesia, sería saludable para la vida de la misma. No dudo, que hay muchos queriendo tener este equilibrio, pero son pocos. Como dice Lucas 11:42: “Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello”.

La prioridad es una, y lastimosamente podría atraer juicio a la Iglesia, mas no respuesta a las plegarias. Es fuerte leerlo de parte, de Williams(5), pero es la verdad. Tenemos, como Iglesia que buscar y promover la justicia, ser leales, temer a Dios, librar a los oprimidos y ayudar al necesitado, cómo Dios en la Biblia lo afirma.

¿Por qué cree que el tema de la justicia social es tan importante en Las Escrituras?

Básicamente, tal como lo mencioné en el primer apartado, es tan importante en las Escrituras, porque Dios es justo. Ya que es el reflejo claro del carácter de Dios(6).
Dios no puede aceptar lo que va en contra de su carácter. La justicia es comparable/equivalente a la santidad de Dios(7). La injusticia es pues, contraria a la esencia del carácter justo y santo de Dios.
Los profetas tomaron el tema de la justicia como algo propio e importante, porque entendieron ese carácter divino. Esa voz profética fue en dos dimensiones denuncia de la injusticia y un llamado al arrepentimiento(8).
Estos señalaron la injusticia, pero también buscaron el arrepentimiento de los individuos y pueblos. Universalizaron el valor Justicia, pues fueron más allá de la denuncia para el pueblo de Israel, o para la Iglesia de hoy, alcanzando a los pueblos paganos. Su importancia llevó a poner la injusticia como el pecado más señalado o denunciado.

¿Cree que se le da hoy en día la misma importancia en nuestra enseñanza y predicación?

No se le ha dado importancia al tema. Por tradición, se trajo a Latinoamérica, una enseñanza a través de las instituciones teológicas, en la que el tema es casi o totalmente nulo. Aunque ha habido, intentos de retomar el tema, en instituciones ecuménicas, en las que sí se da relevancia. Vemos destellos de maestros y teólogos norteamericanos, como Gary William, notado por Suazo(9), quien tiene años ministrando  en este rumbo, que dan relevancia al tema, haciendo girar la educación teológica.

Considero que la Iglesia evangélica, tuvo hasta temor de hablar del tema, debido al mismo contexto latinoamericano, en el que emergían no  solo el ecumenismo sino también la Teología de la Liberación. Era peligroso hacer señalamientos a los gobiernos en turno. Veo en Monseñor Oscar A. Romero, un ejemplo, pues fue asesinado en 1980, por la denuncia que hacía. Suazo afirma que en la Iglesia ni se enseñaba, y me temo a decir, que poco se enseña ahora, a denunciar las injusticias, aún las de la misma Iglesia. Este año, se conoció públicamente el pecado del pastor de una iglesia. La mujer involucrada, desde un motel hizo la denuncia  a la policía, por violencia física. Algunos fieles, entre oraciones frente al juzgado hicieron una protesta con oración, culpando a la mujer. Así está la iglesia de hoy, porque no se le enseñó a denunciar el pecado de ella, reproduciendo el injusto MHM (10).

Considero que en SETECA se nos enseñó a ir más allá de lo que los norteamericanos decían y enseñaban, haciéndonos llegar a libros como Nehemías y otros profetas, con una comprensión de la justicia social. Afrmo que si Nehemías u otro profeta estuvieran vivos, volverían a predicar y a denunciar el pecado e injusticia social, y sería entonces criticado y juzgado como un “guerrillero, comunista, y otros epítetos parecidos”.

¿Qué se podría hacer para dar la centralidad a este tema en nuestra enseñanzapredicación y en la vida de la Iglesia?

Williams es claro al decir que debemos comenzar por lo más sencillo y menos controvertido:
  1. Enseñar lo que la Biblia dice acerca de las injusticias y sobre las virtudes, aplicándolas a los creyentes de manera individual y familiar.
  2. Reflexionar en conjunto, sobre las implicaciones de los principios y valores bíblicos, para las empresas y gobiernos. Conocedores de la Biblia, y la sociedad completa, incluyendo profesionales, empresarios, sector privado y público, políticos, deberían unirse, para aplicar acertadamente valores bíblicos.
  3. Iniciar proyectos de asistencia social o apoyo a ellos.
  4. Orar por sabiduría para que como Iglesia podamos llevar esfuerzos concretos en pro de la justicia y la liberación de los oprimidos de la sociedad(11).
  5. Sugiero que también es importante que los cristianos que han tomado un paso para participar en la política o aquellos políticos que se han convertido al cristianismo, sean enseñados en elementos básicos de la justicia de Dios en la Biblia.

La lista de lo bueno y lo malo que Williams(12) menciona es pertinente como una guía que nos ayudaría a saber que hacer.

Lo malo a denunciar, que para la Iglesia debe ser detestable: El bien a realizar y promover por la Iglesia y los creyentes:

  • Persecución de quienes denuncian las injusticias (Am.5:10-13)
  • Cobrar impuestos a los pobres para enriquecer a otros (Am. 5:11)
  • Sobornos (Am. 5:12; Mi 3:11; 7:3)
  • Fallos injustos en los tribunales (Am. 5:12), la violencia (Is. 1:15; Mi.7:2)
  • El atropello de los derechos de los débiles y los obstáculos que les vedan el acceso a la justicia (Is. 1:17; Am. 512)
  • Exigencias excesivas a los trabajadores (Is. 58:3)
  • Ganancias ilícitas (Mi 6:10a)
  • Engaños en el comercio (Mi.6:10b-11; Am. 8:5-6)
  • Mentiras para aprovecharse del prójimo (Mi.6:12)
  • Robos “legales” (Mi. 6:16)
  • Asesinatos judiciales (Mi. 6:16)
  • Abusos del poder para beneficio personal (Mi.2:1-2,9; 7:3)
  • Traiciones (Mi. 7:5-6)
El bien a realizar y promover por la Iglesia y los creyentes:
  • Justicia en los tribunales (Am. 5:12,15; Is. 1:17)
  • La defensa de los derechos de los débiles (Is.1:17)
  • La lealtad unos con otros (Mi.6:8; 7:2, 5-7)
  • La liberación de los oprimidos (Is. 58:6)
  • Compartir comida, albergue y ropa con los necesitados (Is. 58:7,10)
La Iglesia necesita despertar a este tema y ser así portadora de esos valores que reflejan el carácter de Dios.


Bibliografía:
Alfaro, Gerardo. ¿A alguien le importa la Teología? Kairos 34 (enero-Junio) 2004; 43-64.
Roldán, Roldán, Libro ¿Para qué sirve la Teología? Capítulos 2 y 3
Suazo, Pablo. ¿Para qué sirve la Teología? (Notas de Clase. Introducción a la Teología)


Notas bibliográficas:
(1) Gary Williams. “La Justicia Seguirás”. en Teología Evangélica para el Contexto Latinoamericano. Ed. Oscar Campos. Ensayos en Honor al Dr. Emilio A. Núñez. Kairos (2004); pág. 168
(2) Ibid.  pág. 170
(3) TIC: Tecnología de Información y comunicación (internet, radio, televisión, telefonía, etc.)
(4) Enconchamiento: encerrarse como concha, vocablo popular.
(5) Gary Williams. “La Justicia Seguirás”. en Teología Evangélica para el Contexto Latinoamericano. Ed. Oscar Campos. Ensayos en Honor al Dr. Emilio A. Núñez. Kairos (2004); pág. 170
(6) David Suazo. “La Función Profética de la Educación Teológica”. CLIE (2012) Cap.2, p. 59-68 (63-75 en tesis).
(7) Ibid
(8) Ibid
(9) Ver nota al pie de página 39 del extracto de Tesis de David Suazo. “La Función Profética de la Educación Teológica”. CLIE (2012) Cap.2, p. 59-68 (63-75 en tesis).
(10) MHM: Modelo hegemónico de masculinidad
(11) Gary Williams. “La Justicia Seguirás”. en Teología Evangélica para el Contexto Latinoamericano. Ed. Oscar Campos. Ensayos en Honor al Dr. Emilio A. Núñez. Kairos (2004); pág. 170.
(12) Ibid. Pág. 169

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