Identificando banderines de violencia - Introducción (1)

Por años he querido escribir sobre este tema de banderines amarillos, naranjas y rojos en las relación de pareja en la que la violencia va aumentando poco a poco.

Después de una plática con el pastor boliviano Jorge Iriarte, en la cual me animó no solo a escribir sino a contar mi testimonio dentro de iglesias y otros lugares, ya que hay mucha violencia intergenérica aún en el ambiente cristiano, y ayer hablando con mi amiga Eunice de Melgar, quien es sierva de Dios capacitada y es esposa de pastor, me decidí a comenzar.

Y es que la violencia intergenérica es un mal mundial, que no respeta culturas, religiones, condición social y más, además es multicausal, empezando por la poca autoestima que las personas puedan tener.  También se puede mencionar los consejos derivados de creencias generalizadas de como sobrellevar una relación, romantizando muchas acciones y actitudes que no son correctas sino tóxicas, que merman y acaban con la felicidad de las personas. Agrego a esto, que también en general, los que ejercen violencia en su relación, son personas con heridas emocionales del pasado que no han sido sanados, y llegan a la edad adulta  y siguen sangrando llevándose de encuentro a quienes tiene cerca. Es innegable que el machismo y el hembrismo ha imperado en nuestras culturas, llevando a hombres y mujeres a entrar en dinámicas y círculos de violencia interminables. En años pasados, pude indagar más sobre esto, tomé cursos, leí, me informé sobre como parar la violencia en una relación matrimonial.

Dicho esto, voy a tratar de compartir algunos banderines amarillos, anaranjados y rojos dentro de una relación desde el noviazgo, pasando por el matrimonio hasta que este acabe.  Intuyo que serán cuatro o quizás cinco partes.

1. Identificando banderines de violencia - Introducción.
2. Identificando banderines de violencia en el noviazgo.
3. Identificando banderines de violencia  del altar a una vida insoportable.
4. De la violencia a la libertad y sanidad.

He de decir, que antes no lo hice por no entrar en conflicto, y porque me parecía que no valía la pena, y que ya había demasiada literatura sobre el tema.  Pero al hablar con el pastor Iriarte, me hizo ver que dentro de las iglesias evangélicas son temas que no se hablan, pero que son tan necesarios.  Ayer hablando con Eunice, me contó que muchas mujeres están pasando por problemas de infidelidad de sus esposos, y que iban a tocar ese tema en su iglesia.

Así es que el objetivo de estos escritos testimoniales no es dañar la reputación de nadie involucrado, sino que sirva de ejemplo y advertencia a jovencitas y mujeres que a lo mejor están viviendo relaciones de noviazgo y matrimoniales tóxicas y están inmersas en círculos de violencia, y muchas veces ni si quiera lo saben hasta que todo explota en sus caras.  Es mi deseo que desde mi experiencia puedan identificar esos banderines amarillos, anaranjados y quizás hasta rojo, y pongan límite a esa violencia en sus vidas.  También quiero que sirve de reflexión a hombres que están en ese tipo de relaciones.  Sé que hay mucho que hablar, pero no seré exhaustiva ni entraré en muchos detalles, pero cada una de las cosas que escribiré puede servir para dialogar entre la pareja o entre amigas y amigos.  Por cierto, aquí no se buscará culpables, porque en toda relación hay dos inmersos y a veces hasta más personas, con cierto grado de responsabilidad. Otro punto que debo mencionar, es que no ofreceré consejos, sino solo puntualizaré aspectos violentos que he podido identificar y que empezaron en el noviazgo.

Como siempre digo, escribiré desde mi corazón y con la confianza y certeza de que este  ha sido sanado por Dios y por muchas mujeres y hombres que me han ayudado a entender más este fenómeno trágico de la violencia.

Con amor,

Alicia Herrera Rebollo

27 de abril de 2023