Si contemplamos nuestro
mundo, veremos que hay muchos colores. Unos nos gustan, otros no tanto. Cada
color es preferido por cierto número de personas, y rechazado por otras tantas.
Pero, lo cierto es que, sin colores, este mundo sería como aburrido, monótono,
triste, sin mucha vida. ¿No es cierto? Los colores son tan importantes para
nosotros, que hasta hay una teoría del color, que dice que cada uno de los
colores refleja o provoca un estado de ánimo diferente.
En nuestra vida hemos
tenido que pasar por diversas situaciones. Algunas de ellas lindas, otras no
tan agradables, unas fáciles de sobrellevar y otras muy difíciles de aguantar.
En otras palabras, situaciones de todos los colores. Quiero que veamos nuestra
vida como un arco iris, llena de colores.
Es interesante notar
que Primera de Pedro 1:6, el autor nos dice que debemos estar gozosos cuando
nos hallemos en diversas pruebas. (Gr.poikilois)
Quiero señalar la
palabra “diversas” poikilois) pues significa no solo diferentes, sino que
denota también multicolor, variado. Y más que eso, esta palabra significa hacer
festivo, alegre. De hecho, la raíz “pik” se halla en la palabra pictórico, de
ahí que se traduce diverso o multiforme. (Mat. 4:24; Mc 1.34; Luc. 4:40;
2Ti_3:6; Tito 3:3; Heb.2:4; 13.9; Sant.1:2; 1Pe.1:6; 4.10. (Diccionario Griego-español
de Vine)
En otras palabras Pedro
está diciendo que las pruebas pueden ser de diferentes colores y matices, y que
cualquier color que tenga nuestra prueba, debemos gozarnos en ella. No como
masoquistas, sino como sabedores que esta prueba resultará para nuestro bien. Y
es de recordar que Dios no nos dará mayor prueba que la que podamos soportar.
Disfrutemos entonces las menores y las mayores pruebas. Si es fuerte es porque
somos resistentes. ¡Wow! Dios sabe hasta dónde llegamos, y si es muy muy
fuerte, quiere decir que nos ha dado una gran resistencia para soportar las
pruebas, A mí me llena de emoción ver hacia atrás, y ver mi presente, y saber
que por todo lo que he pasado es porque Dios me tuvo por digna de vivir todo
esto y porque sabía que iba a ser valiente para resistir cada momento duro de
mi vida.
Así que la próxima vez
que vengan a nuestras vidas pruebas veámoslas dentro de una gama de colores que
deben alegrar nuestra vida. Aprendamos a disfrutar cada instante de nuestra
vida, no importa el color que tenga. Sea lo que sea, lo estamos viviendo para
colorear nuestra vida, solo que debemos ver lo bueno de cada situación.
En los más de 30 años
de ser cristiana y un poquito más de medio siglo de vida, me he dado cuenta que
mi vida y las vidas de cada uno de los que conozco, ha sido un arcoíris que
Dios ha ido pintando.
Y a quien no le gustan
los arcoíris, por su hermosura, por sus colores. Después y aun en medio de
tormentas o lluvias, siempre aparece uno, como símbolo de esperanza.
Si mi vida es un
arcoíris, recuerda que la tuya, ¡también lo es!
Dios te bendiga
"arcoíris del Señor"
por Alicia
Herrerra Rebollo
14 de julio de 2009
No hay comentarios.:
Publicar un comentario