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jueves, 18 de mayo de 2023

Hablemos de Ética. La Ética en la Postmodernidad (Época actual)

 3.4.        La Ética en la Postmodernidad (Época actual)

Algunos han denominado a la era contemporánea como Posmodernidad, pues marca el fin de los ideales sociales de la modernidad. Es difícil determinar la fecha del inicio de la posmodernidad porque la posmodernidad no es una manera de reflexionar, es más bien una manera de sentir. Algunos filósofos sugieren que la posmodernidad inicia al final la segunda guerra mundial; otros, a la mitad de las décadas de los sesenta; hay quienes sugieren que nace después de la caída del muro de Berlín, Alemania. Quien esto escribe se une a la idea que inicia en la década de los sesentas como un modo de expresión y proposición.

Antes de hablar de la ética que predomina en la posmodernidad, se enumeran las características más importantes de este movimiento:

 


 A. Existencialismo

 a.  Concepto:

Corriente filosófica europea que considera que la cuestión fundamental en el ser es la existencia, en cuanto existencia humana, y no la esencia, y que respecto al conocimiento es más importante la vivencia subjetiva que la objetividad.

"Kierkegaard, Heidegger y J.P. Sartre (1905−1980) son los principales representantes del existencialismo; el existencialismo se desarrolló sobre todo en el período de entreguerras y después de la Segunda Guerra Mundial".

El existencialismo es una corriente filosófica que persigue el conocimiento de la realidad a través de la experiencia inmediata de la propia existencia. De todas formas, no se ha desarrollado una teoría precisa o exacta que defina claramente este concepto.

Lo que está claro es que este movimiento de la filosofía destaca al ser humano individual como creador del significado de su vida. La temporalidad del sujeto, su existencia concreta en el mundo, es aquello que constituye al ser y no una supuesta esencia más abstracta.

Los existencialistas no creen que el individuo sea una parte de un todo, sino que cada ser humano es una integridad libre por sí misma. La existencia propia de una persona es lo que define su esencia y no una condición humana general. En otras palabras, el ser humano existe desde que es capaz de generar cualquier tipo de pensamiento. El pensamiento hace que la persona sea libre: sin libertad, no hay existencia.

Esta misma libertad convierte al individuo en un ser responsable de sus actos. Hay, por lo tanto, una ética de la responsabilidad individual. La persona debe hacerse cargo de los actos que realiza en el ejercicio de su libertad.

  

b. Surgimiento de este pensamiento

Este término fue el resultado de un intenso trabajo filosófico desarrollado entre los siglos XIX y XX; en una búsqueda clara de la razón de la existencia a partir de la individualidad, las emociones, las acciones y la responsabilidad de cada individuo. Se considera como padre del existencialismo al filósofo Soren Kierkegaard. Fue él quien determinó que cada individuo es quien debe encontrarle un sentido a su existencia. Y agregó que la mayor responsabilidad del ser humano radica en vivir su propia vida de forma pasional y sincera, pese a los mil obstáculos que puedan presentarse.

De todas formas, el término no se acuñó hasta la década del 40 y quienes lo hicieron fueron los franceses Jean-Paul Sartre (1905–1980) y Albert Camus (1913–1960). Considerados hoy como los máximos exponentes del existencialismo. Según lo explicó el propio Sartre el existencialismo es una forma humana de entender la existencia. Posteriormente, se incluyó dentro de esta ideología a pensadores de épocas anteriores como Hedegger, Nietzche o el propio Kierkegaard.

Esta corriente puede dividirse en diversas escuelas; entre las mismas podemos destacar: el existencialismo teísta (reflexiona sobre la existencia de Dios y el Espíritu), el existencialismo ateo (niega lo divino) y el existencialismo agnóstico (considera que la existencia de Dios es irrelevante para la existencia humana).

 

c. El existencialismo en la literatura

En la literatura seguramente los máximos aliados de esta línea de pensamiento fueron Fiódor Dostoyevski y Franz Kafka. Entre las obras de Dostoyevski podríamos mencionar ―Memorias del subsuelo‖ como un claro tratado existencialista. En la misma se presenta la vida de un hombre que se siente fuera de su grupo, incapaz de encajar en la sociedad y de encontrarle sentido a su existencia. Otra obra de este autor que podría nominarse como existencialista es ―Crimen y castigo‖.

En la obra de Kafka también existen varios personajes que permiten ubicar la ideología de este autor cerca de la de Dostoyevski. La mayoría de ellos son seres surrealistas y desesperados que no encuentran sentido al respirar de cada día y que viven condenados a un sistema absurdo que les reprime y no les permite ser felices. Sus novelas fundamentales ―La Metamorfosis‖ y ―El proceso‖ son consideradas dos obras magnas dentro de la literatura existencialista. Cabe mencionar que el propio Sartre también escribió una novela, titulada ―La náusea‖ que plasma las ideas fundamentales de esta corriente. La misma es recomendada como material para acercarse a los complicados razonamientos filosóficos. Además es una obra de referencia que ha servido de inspiración a muchos autores posteriores al francés, como Philip K. Dick o Chuck Palahniuk.

Texto tomado de: Definición de existencialismo - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/existencialismo/#ixzz3z8r4ow00

 



B. Ética de Situación (1960-actualidad)

Ética de Situación se le llama al nuevo orden moral que surge en la década de los 60 y que se opone a todo orden de ética tradicional. A continuación, veamos el origen de esta corriente, sus características principales y finalmente una evaluación de sus aspectos positivos y negativos.

 a. Origen de la ética de Situación.

 La ética de situación nace en una época caracterizada por el liberalismo teológico, el secularismo y una dosis fuerte de posmodernidad nihilista. Surge también por la influencia de varios pensadores contemporáneos como Kierkegaard (existencialismo), Paul Tillich (Ontología del Ser=Dios es el Ser dentro de nosotros), Karl Barth (padre de la teología contemporánea) y especialmente por la ética propuesta por Bonhoeffer (vida cristiana sin religión). Se manifiesta en la sociedad una rebelión al orden establecido, al dogmatismo y a la ética tradicional. En este ambiente surgen dos personajes importantes para la nueva moralidad: John Robinson y Joseph Fletcher. Robinson se afanaba por desechar los mitos y supersticiones antiguas sobre Dios y la vida cristiana y es en ese afán en que escribe su libro Sinceros para con Dios en 1966 que a las pocas semanas ya estaba siendo traducido en cuatro idiomas y en dos años se imprimieron cuatro ediciones. Esto demuestra la expectativa de la gente por una nueva moralidad. Pero fue Fletcher quien llamó más la atención al escribir su Ética de Situación en 1966, obra que pronto se convirtió en un Best-seller. Esta obra manifiesta claramente lo que es la nueva moralidad de esta ética que algunos llaman post cristiana.

b. Características Principales de la Ética de Situación.

El mismo Fletcher ofrece ciertas características que identifican a la ética de situación.

  • Pretende basarse en el amor. Planteemos un problema, ¿Es lícito que un joven tenga relaciones sexuales antes del matrimonio? Fletcher propone tres opciones. El "legalista" dirá que eso es malo porque tiene reglas y normas prefabricadas; para Fletcher esta respuesta es incorrecta pues se debe dar prioridad al "amor" y no a la ley. La otra respuesta es la del libertinaje que dirá "sí" a la relación extramatrimonial para pasar un rato feliz; Fletcher dice que esta respuesta también es incorrecta porque se cae en un animalismo. Finalmente tenemos la respuesta del situacionista que dice depende, si hay amor, por qué detenerse; si no hay amor, por qué dañarse. Así pues, en la Ética de Situación el "amor incondicional" es la única norma moral.
  • Es Sumamente Pragmática. La Ética de Situación busca lo práctico, lo que no tiene complicaciones al estilo del neo pragmatismo contemporáneo que pregunta, por ejemplo ¿por qué estudiar lo que no me sirve en mi carrera? Pero va más allá de eso porque hay que ser prácticos moralmente en las situaciones concretas, por ejemplo. En el caso de que un feto pone en peligro la vida de la madre lo práctico es el aborto, pues el amor se le debe mostrar prioritariamente a una persona completa en lugar de una potencial (Gaisler). Otro ejemplo sería, ¿qué es lo práctico en la pareja que se enciende por las abundantes caricias? el situacionista opta por consumar su amor, pues abstenerse es complicado. "Al fin y al cabo, la verdad, dice Fletcher, y lo correcto es lo que conviene a nuestra propia manera de pensar".
  • Es Relativista. El relativismo, a la par del pragmatismo, huye de palabras como "nunca", "perfecto", siempre", y "absoluto". El relativismo no debe ser irresponsable ni desenfrenado, sino que debe estar regulado por el amor: "El amor relativiza lo absoluto, pero no absolutiza lo relativo". Actuamos de acuerdo a nuestro contexto. Siempre estamos obligados a actuar de acuerdo al amor, pero como hemos de actuar en concreto dependerá de nuestra propia y responsable valoración de la situación. Esto se parece al consejo de San Agustín "Ama y has lo que quieras", pero Agustín apelaba a un amor obediente a la ley de Dios.
  • Positivismo. Este positivismo es a-racional pero no i-racional, es decir que se sitúa fuera de la razón pero no en contra de ella; dicho de otro modo, es la voluntad la que ordena la conducta y no la razón. Se considera a la voluntad como apta para tomar buenas decisiones. Un acto moral no debe ser un imperativo categórico, ni una conclusión, sino, una opción personal. Claro está que toda decisión tiene su propia justificación.
  • Personalismo. La ética de situación intenta poner en primer lugar a las personas y no a las cosas. Se le da prioridad a los sujetos, no a los objetos. Por eso, mientras el legalista se pregunta por el qué dice la ley, el situacionista se pregunta por el quién debe ser ayudado. Para el situacionista no hay valores intrínsecos a las cosas, pues para él cualquier cosa, material o inmaterial, es buena si lo es por o para.

 c. Breve evaluación de la Ética de situación.

  •  Algunos aspectos positivos
    • Nos hace pensar en problemas concretos de la vida real.
    • Nos hace pensar sobre nuestra propia moralidad, ¿mataría usted a alguien? ¿sí, no o depende? • Enfatiza el personalismo, intentando darle su verdadero valor a la dignidad humana.
    • Deja abierta la puerta de la conciencia a que cada uno tome sus propias decisiones, especialmente en asuntos en que no hay nada prescrito.
  • Algunos aspectos negativos
    • Erra al desechar toda ley prescrita. ¿Qué de las leyes civiles? Además, descarta los sistemas éticos tradicionales como si fueran algo que ya no nos sirve, olvidando su efecto moralizador en las generaciones pasadas.
    • Cae en un pragmatismo utilitarista en donde lo que no nos sirve debe ser desechado. Además, no mide consecuencias al optar por lo práctico. ¿Qué si por "amor" una joven queda embarazada antes del tiempo o adquiere una enfermedad venérea?
    • Nos deja en un plano relativo en donde cada uno es juez de sus propios actos con el pretexto de un "amor ágape" bastante distorsionado y ególatra, amor para sí mismo. Así, una madre debe abortar al fruto de su vientre por amor a sí misma.
    • Cita pasajes bíblicos de manera distorsionada. ¿Por qué no cita pasajes en donde Dios pide obediencia incondicional a sus mandatos prescritos en la Biblia?
    • Hay una exagerada confianza en la naturaleza humana, como queriendo ignorar la realidad del pecado. ¿A qué se deben los males de este mundo, sino al pecado humano?

Notas de la Cátedra de Ética
Alicia Herrera Rebollo
2016

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